Detesto el hueco en el estómago al despedirnos
el vacio de los brazos en la distancia, y el frío de las tardes a solas, lo detesto...

Como me haces falta. No queria enamorarme y aqui estoy,
queriendo como loca, sintiendo como si no hubiera mañana,
llorando por las noches porque no te tengo, y al mismo tiempo sí.


Soy una cobarde... una cobarde que se enamoró, una cobarde enamorada que daría lo que fuera por cinco minutos con el.